Seguridad Psicológica
–EL SECRETO DE LAS ORGANIZACIONES Y PERSONAS EXITOSOSAS–
Uno de los grandes retos de las organizaciones siempre ha sido obtener buenos resultados, y se han enfocado de diversas formas para lograrlo; iniciando desde la contratación de las personas que consideran idóneas o correctas, ofreciéndoles salarios e incentivos económicos competitivos, construyendo planes de capacitación y desarrollo, programas de engagement, comunicación, trabajo en equipo, liderazgo, lean manufacturing, agility, etc.
Sin embargo, los avances obtenidos no son totalmente satisfactorios o son temporales, ya que a través del tiempo todos los esfuerzos se van desvaneciendo; cientos o miles de intentos fallidos podemos encontrar en el mundo empresarial, y siguen luchando todos los
días para mejorar sus rendimientos y eficiencias. Entonces, ¿Qué sucede?, ¿Por qué no logran mantener consistentemente sus resultados?; desde luego que hay muchas variables en el día a día para que esto se logre, pero si observamos un poco veremos que la mayoría de los esfuerzos están puestos en el tener y el hacer, olvidándose del “SER”.
Google realizó hace algunos años un proyecto de investigación a equipos que consideraban sobresalientes, buscando una fórmula magnánima que se pudiera replicar posteriormente; sus altos ejecutivos pensaban que el secreto podría estar en la forma como los integrantes socializaban fuera del trabajo, que eran equipos con equilibrio de género, con buena experiencia y educación académica; por lo que para confirmar sus creencias
contrataron a psicólogos organizacionales, sociólogos e ingenieros y le llamaron “Proyecto Aristóteles”.
El hallazgo más relevante encontrado y lo más interesante, fue que no era mejorar en el cómo las personas trabajaban, sino la forma en que lo hacían como grupo, se dieron cuenta que los integrantes de equipos exitosos se sentían seguros en su forma de interactuar, que podían expresarse con libertad, que cuando intervenían se les escuchaba de manera activa y
con interés, sabían que nadie del equipo les iba a ridiculizar u ofender por lo que exponían. Cada uno de ellos conocía las responsabilidades y propósito de su trabajo, tenían objetivos claros y los consideraban importantes para ellos y la organización, su mente estaba concentrada en sus labores y el cumplimiento de las tareas; definitivamente tenían seguridad psicológica, y este era el factor clave de su éxito ya que les permitía tener buena comunicación y no tener distractores o preocupaciones que inhibieran sus acciones y creatividad.
Desafortunadamente hoy día siguen existiendo entornos, culturas empresariales y estilos de liderazgo enfocados solo en el resultado, en el tener y el hacer, olvidándose del ser; los jefes exigen y muchos de ellos lo hacen con agresiones verbales, tonos altos de voz, con una corporalidad desafiante, intimidaciones, o simplemente sin proporcionar apoyo y acompañamiento a sus colaboradores, generándoles mayor estrés y más preocupaciones de las que ya traían desde sus hogares.
Es por ello que, en ambientes de inseguridad psicológica difícilmente se tendrán buenos niveles de motivación y energía, que son los ingredientes principales para potenciar y mantener los buenos resultados; las organizaciones definitivamente deben modificar sus marcos actuales y reformularlos, creando ambientes positivos de “seguridad psicológica” en
sus integrantes, deben construir una cultura donde se invite a participar y responder siempre positivamente a las circunstancias.
Carlos M. Castro Paniagua